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En el mercado existe una oferta muy variada de colchones. Además, es frecuente encontrar opiniones dispares en función al punto de venta donde os dirijáis.

Desde aquí vamos a resumirte las principales opciones del mercado que debes conocer dejando de lado los intereses de terceros y tratando de ser lo más honestos posible.

¿CUÁNDO DEBEMOS CAMBIAR DE COLCHÓN?

Por norma general y en sintonía con la mayoría de asociaciones de fabricantes como ASOCAMA, el colchón tiene una vida útil de unos diez años. No obstante, si se encuentran síntomas de hundimiento o en definitiva la calidad del sueño empeora deberemos examinar el estado del colchón. No debemos olvidar que las personas también cambian. Es posible que el colchón fuera ideal en el momento de compra y tras 6 años nuestras características físicas o preferencias cambien sustancialmente y necesitemos un nuevo colchón.

 

ASPECTOS A TENER EN CUENTA PARA LA ELECCIÓN DEL COLCHÓN

No existe ningún material que sea el mejor indiscutiblemente. De hecho existen numerosas discrepancias entre especialistas, fabricantes y consumidores. Hemos de tener claro que la elección del colchón es algo absolutamente subjetivo y personal. En base a esto, es interesante tener en cuenta las recomendaciones e indicaciones de los profesionales pero a la hora de comprar lo importante es poder probar, tumbarse y guiarse por las sensaciones y gustos de uno mismo.

 

TIPOS DE COLCHÓN EN BASE A SU FABRICACIÓN, MATERIALES Y PROPIEDADES

  • COLCHÓN DE MUELLES ENSACADOS

Está formado por muelles independientes de diámetro y calidad variable. Estos muelles se encapsulan uno a uno en una especie de sacos de tela y estos se unen entre si formado el núcleo del colchón. Esto permite que cada muelle trabaje de manera independiente.

Es especialmente indicado para parejas entre las que existen diferencias de peso ya que su composición garantiza una independencia total de movimiento.

Se suelen aplicar sobre la carcasa de muelles ensacados diferentes capas de espuma, viscoelástica, látex y todo tipo de fibras en general.

Es una muy buena opción para personas calurosas o lugares con temperaturas altas puesto que este núcleo permite una buena transpiración.

 

  • COLCHÓN HR

Son conocidos coloquialmente como colchones de espuma. El núcleo está formado por un bloque de espuma de célula abierta que puede tener diferente firmeza (firme, medio, suave).

Suele estar asociado a colchones de menor calidad pero este factor dependerá principalmente de la densidad de dicha espuma.

Lo más importante a tener en cuenta es que el colchón se deformara antes si la densidad de la espuma es baja o de escasa calidad.

Se le suelen aplicar diferentes capas de fibra con distintos grosores para mejorar el confort y la presencia del colchón.

 

  • COLCHÓN DE LÁTEX

El látex es un material natural e hipoalergénico pero también existen composiciones sintéticas que son las mayoritarias en el mercado.

Ofrece una alta adaptación al contorno del cuerpo y suele ser un soporte algo más firme que la viscoelástica.

Recomendaría  únicamente valorar este tipo de colchón para camas articuladas a no ser que tengas experiencia previa con él y sepas ya de lo que estamos hablando.

Cabe destacar que los colchones de látex son muy pesados. Este detalle es muy importante ya que no es sencillo manipular el colchón para darle la vuelta.

 

  • COLCHÓN VISCOELÁSTICO

El viscoelástico o «memory foam» es un tipo de espuma adaptable que reacciona con el calor y que reduce los puntos de presión en las zonas de más peso. En frío se vuelve más firme.

No existe un colchón que sea totalmente de viscoelástica y precisa siempre de un soporte que le aporte firmeza. Este soporte suele ser de muelles o de HR.

Muy resumidamente su composición consta de un núcleo de HR con una capa de viscoelástica de grueso y densidad variable y generalmente a una sola cara (esto es debido a que su transpiración es peor y poner viscoelástica en las dos caras lo empeoraría).

Es importante hacer hincapié en la densidad del nucleo de HR y de la viescoelástica. Un núcleo de baja densidad hará que tu colchón ceda en las zonas de más uso y de lugar a deformaciones indeseadas que no suelen cubrir las garantías.

 

  • COLCHÓN DE MUELLES «BONELL» o bicónico

Un clásico! Este tipo de colchones cuentan con un núcleo formado por muelles metálicos situados en vertical que se estrechan en la parte central y que se enlazan mediante hilos metálicos formando así una malla resistente.

Sus principales características son la firmeza y garantizan una buena transpiración.

Puede ser una muy buena opción para presupuestos más ajustados y una no tan buena opción para camas grandes ya que generalmente no garantiza independencia de lechos (efecto rebote).